La vida nos lleva a lugares que tal vez nunca pensamos visitar. Nos lleva por caminos que parecían lejanos. Nos hace vivir experiencias que tal vez no creímos ser capaces de enfrentar. Nos hace cruzar con personas que traen a nuestra vida alegrías y tristezas. Todo esto para hacernos crecer, para mostrarnos que hay tanto por aprender, tanto por agradecer y tanto por descubrir. Hoy, mi experiencia en India está a punto de llegar a su fin. Durante estos casi 3 años, he sufrido, he perdido la paciencia, he llorado, he viajado, he querido, he aprendido, he descubierto. He vivido una de las experiencias más enriquecedoras y únicas de mi vida.
Mi experiencia en India comenzó en 2010. Aquella vez, fueron casi 3 meses en los que, a pesar de lo malo y las cosas que no me gustaron de India, quedó en mí el deseo de regresar. Creí que ese regreso sería por algunas semanas, sin embargo terminó siendo un regreso que duraría varios años.
Llegué a Delhi a finales de junio 2015, dispuesta a descubrir y vivir esta nueva experiencia. Los primeros meses no fueron fáciles, el monzón me recibió con un dengue que me tumbó por 2 semanas y que me hizo llevar a querer tirar la toalla y decir no más. Sin embargo, el deseo por vivir una nueva experiencia y retarme a mí misma ganó. Aun cuando Delhi no es una ciudad fácil para vivir y claramente nunca me vi acá en el largo plazo, no me arrepiento un solo minuto de haber tomado la decisión de vivir en India. Vivir en Delhi me ha hecho más fuerte, me ha hecho ver la vida a través una ángulo mucho más amplio, me ha hecho valorar más lo que tengo y quejarme menos.
El tiempo en India me ha permitido conocer un país que tiene un montón de paisajes y culturas por descubrir. He aprovechado mi tiempo al máximo para viajar, para dejarme sorprender y para pisar lugares que tal vez nunca vuelva a visitar.
Mis días en India también me han permitido conocer gente, hacer nuevos amigos y disfrutar de buenos momentos.
Hoy, a dos semanas de tomar el vuelo que me llevará de regreso a casa y después de casi 9 años de haberme despedido de mi familia para llevar a cabo el sueño de hacer mi doctorado, puedo decir Namaste India!