A comienzo de este año, después de haber vivido cerca de dos años en Bogotá, tomé nuevos rumbos para venir a vivir a Washington DC. En el momento en que salí de Colombia, que fue hacia finales de febrero, sabía que había un virus, pero nunca imaginé, como muchos, que tomara la magnitud que ha tomado. En el momento en que llegué a Washington DC, llegué con un montón de expectativa por conocer la ciudad, por ir a visitar a mi hermano y amigos en NY, por viajar a África como parte de mi trabajo; en fin, tenía un montón de ideas y planes.
A las dos semanas de haber llegado a DC y, a la semana y media de haber comenzado a trabajar, comenzamos a trabajar desde la casa; pocos días después se tomaron las medidas de aislamiento, se cerraron los restaurantes y museos, y nos tocó quedarnos en nuestras casas. Así que todos esas ideas y planes quedaron en un cajón. Además, en medio de esta pandemia, la vida nos sorprendió, a mi familia y a mí, con una triste noticia; y uno de los planes que tenía ya nunca se hará posible.
En medio de la incertidumbre, el temor y la tristeza que han podido caracterizar estos meses, también ha habido cosas buenas y he tenido la oportunidad de conocer gente y algunos lugares en esta, mi nueva ciudad. Aunque lo que he podido conocer de Washington ha sido muy poco, acá van algunas de los lugares que más me han gustado.
Durante los días que estaba buscando apartamento descubrí un lugar que se convirtió en mi lugar favorito en DC para tomar un buen café y comer algo rico. En París, ese lugar era Coutume Café y en Delhi era Blue Tokai, lugares de los cuales era fiel visitante. En DC, este lugar es Emissary. Cuando lo visité por primera vez, me encantó el ambiente, el café, la comida, todo. Además, una chica colombiana, muy amable, trabaja en Emissary.
Hace poco volvieron a ofrecer servicio de mesas, que están en el patio, y la verdad es muy agradable. Además me gusta que el café que ofrecen es de Counter Culture Coffee, quienes tienen muy buenos cafés, varios de ellos colombianos. Yo de hecho tengo una subscripción a través de NPR coffee club, donde cada dos semanas recibo mi café de Counter Culture. Hay otros sitios ricos para tomar café como Bluestone Lane, Peregrine Espresso y Wydown.
La zona cerca a mi apartamento es muy agradable para caminar y ahora que hace buen clima he aprovechado para salir a caminar. De hecho, el otro día caminé hasta el National Mall.
Yo a DC había venido hacía un poco más de 20 años, en 1998. Año en el que viví en Alexandria (VA) estudiando inglés. En esa época, uno de los planes de los domingos era venir a la Galeria Nacional en DC a escuchar conciertos de música clásica que hacían en las tardes. En aquella época visité todos los museos, excepto el de National Geographic, que queda muy cerca a mi casa de ahora.
Aún queda mucho por caminar y conocer, mucho por visitar, vamos a ver cómo se van dando las cosas en medio de esta situación tan rara que todos estamos viviendo.
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