Yo siempre había tenido muchas ganas de visitar México pero no lo había hecho. En 2019 estaba planeando ir al DF, pero por azares del destino terminé yendo a Guatemala, un destino que me encantó y del cual escribí un par de entradas en este blog. El año pasado vi tiquetes baratos para ir a San José del Cabo desde Washington DC y decidí comprar para venir en diciembre. Mi esposo no tenía tantas vacaciones como yo, así que compré solo tiquetes para mí. Además me pareció la oportunidad perfecta para darme un momento conmigo misma y viajar sola nuevamente. En diciembre tuve que aplazar el viaje para marzo y bueno acá estoy escribiendo esta entrada en mi último día en San José del Cabo.
A San José del Cabo volé desde Washington DC con una escala en Chicago. En la sala de espera en Chicago me di cuenta que San José del Cabo es un destino muy común para viajes de despedida de soltera. A la salida del aeropuerto hay varios stands para tomar una cerveza a un trago y miles de agencias esperando a sus pasajeros. El señor que re recogió me contó que cerca a San José del Cabo hay otro pueblo que se llama San Lucas donde están muchos resorts y es conocido por la fiesta y la rumba. Yo no quería fiesta y rumba, yo quería un lugar donde descansar, tomar el sol y descubrir un poco más de las tradiciones mexicanas.
El primer día fui a desayunar a un restaurante cerca al hotel que se llama Cassanto donde pedí unos huevos cassanto que son huevos fritos con un guisito y unas papitas muy deliciosas, y un café de olla que es como un tinto campesino. Ese día fui a almorzar a un restaurante que se llama Aguachiles el Moky, donde efectivamente comí aguachiles. Nunca los había probado y me parecieron muy ricos. Yo los pedí no muy picantes. El restaurante es bien pequeñito pero muy acogedor. Luego caminé por el centro de la ciudad, el cielo estaba completamente azul. En la noche fui a un restaurante que se llama La Lupita, estaba súper lleno pero logré conseguir un lugar en la barra. Mi favorito fue el taca güero que viene con camarón apanado, una delicia.
El segundo día si decidí ir al club de playa de un hotel que se llama El Ganso. El club de playa es fantástico. El lugar es perfecto para simplemente descansar, tomar el sol y un buen margarita. Me gustó tanto que vine también al siguiente día. El costo es de 25 USD, de los cuales 20 USD son consumibles. Esta es una tarifa preferencia para huéspedes de la Marina Inn que era el hotel donde yo me hospedé. El hotel donde yo me hospedé estuvo muy bien, el personal amable y tiene un restaurante muy rico. El primer día que almorcé ahí pedí unos camarones a plancha envueltos en queso manchego, deliciosos.
Ese día fui a almorzar a un restaurante que se llama Adelitas, la chica que me atendió fue súper amable y me sugirió las enchiladas rojas de pollo que estaban buenísimas. El siguiente día fui a comer a un restaurante que se llama Jazmin, pedí un huachinango en mantequilla, muy rico. El restaurante me gustó mucho y tiene el mejor margarita que probé en mi viaje. También descubrí un sitio muy rico para tomar un buen café, se llama Coffee Lab, hay uno en el centro y otro en la playita.
En definitiva, mi viaje a San José del Cabo estuvo increíble. Me encantó. Pude disfrutar de la playa, pero también conocer un poco más de las tradiciones y sabores mexicanos. Los días que estuve eran las ferias de San José del Cabo, así que fue muy chévere ver a las familias disfrutar de las actividades. El último día de mi estadía fue el Burrito Choyero Fest y estaban dando burritos gratis, yo me pedí uno de machaca, delicioso.
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