Hace unos meses tuve la oportunidad de pasar un par de semanas en Alemania, particularmente en Mannheim. Mannheim no es una ciudad turística, pero es una ciudad sencilla, agradable. Está organizada por bloques numerados alfabéticamente, así que es imposible perderse. Tiene una comunidad de emigrantes turcos muy grande, así que se encuentran restaurantes y panaderías turcas muy ricas. Una parte linda de Mannheim, particularmente en la época de primavera, es el área cerca de la Torre de Agua.
En Alemania me llamaron la atención dos cosas. Una es que el principal medio de transporte es la bicicleta, para todos, chicos y grandes. La segunda es que las porciones en Alemania son bastantes generosas. En los beer garden no venden menos de un litro de cerveza y venden un codito de cerdo, que es todo el codo de un cerdo para una sola persona jajaja.
Cerca de Mannheim hay una ciudad muy linda que se llama Heidelberg, es como sacada de un cuento de los hermanos Grimm. Parece como si las casitas las hubieran incrustado en las montañas para darle vida a los cuentos. Un fin de semana fui a Múnich a visitar una amiga. La verdad es que nos hizo un clima súper lindo, perfecto para disfrutar de los beer garden. Estuvimos en el beer garden del English garden.
Durante mi estadía también aproveché para ir a Berlín. Yo había ido hacía muchos años y la verdad, aquella primera visita no la disfruté mucho. Era la primera vez que viajaba sola, Berlín era de las ultimas ciudades que visitaba en Europa y el hostal que escogí quedaba súper alejado de todo, así que no disfruté mucho la ciudad. Esta vez, aun cuando solo fui un fin de semana, disfruté mucho mis días en Berlín. Me pareció una ciudad con una vibra muy chévere, muy relajada. Un día lo dediqué al área cerca de la Catedral y el otro a la parte este. Hubo un área que me gustó mucho, es el área por Boxhagener Platz. El domingo hay un mercado de las pulgas y está llena de restaurantes que se ven muy bien, con terraza para aprovechar el buen clima. Nosotras fuimos a uno que se llama Burgeramt, que es conocido por vender unas de las mejores hamburguesas en Berlín.
En Berlín, aparentemente, se encuentran unas tortas de zanahoria muy ricas; eso me dijo una amiga. Yo encontré una buenísima, en un café que me encantó, se llama The BARN Roastery, el café es delicioso y el ambiente súper agradable. Además venden café de Colombia.
Al final de mi estadía en Alemania visité Estrasburgo, que aun cuando está en Francia, su arquitectura es muy característica de esa zona entre Alemania, Francia y Suiza. En diciembre es muy visitado por los mercados de navidad. Estrasburgo es realmente muy lindo. Es muy agradable caminar por las callecitas, a lo largo del río.
De Alemania me llevo la cerveza, el pan y los buenos momentos.