Tokio es una ciudad increíble. Desde el momento en que uno toma el tren en Kioto, ya siente uno la disciplina, la organización, la limpieza, la moda, la tecnología. Las primeras tres son características que observé en todo mi recorrido en Japón, pero las dos últimas son más sobresalientes el Tokio. Tokio es una ciudad cosmopolita en todo el sentido de la palabra, las tiendas, las luces, la gente, todo. Y claramente, la cultura manga y anime sobresalen. Caminar por la zona de Akihabara es mezclarse entre tecnología y personajes de la cultura manga y animé ¡Es increíble¡
Los japoneses son fans de las maquinitas y el karaoke. Hay un montón de edificios de karaoke, sí, ¡edificios¡ Karaoke es todo un suceso en Tokio. A diferencia de Colombia u otros países, acá cada quien tiene su propio cubículo. Hay cubículos de diferentes tamaños dependiendo del número de personas, así como también hay cubículos individuales. Las tarifas son por cada 30 minutos. Este sitema me pareció muy bueno, porque uno selecciona las canciones que quiere cantar con su grupo de amigos. Hay canciones en inglés y japonés, e inclusive tienen La Macarena (¡dale a tu cuerpo alegría macarena!), la Lambada y hasta un par de Shakira en español. Quienes han visto "Lost in Translation" recordarán la escena del karaoke.
Otra de las areas que se deben recorrer en Tokio, especialmente de noche, es Shibuya; y particularmente, Shibuya crossing. Es muy chévere ver cómo una vez cambia el semáforo a verde, ríos de gente cruzan las calles.
Por la zona de Asakusa queda una calle, kappabashi street, la cual es el destino obligado de aquellos que les encanta las cosas para la cocina. Venden una cantidad de productos increíbles. Una loza divina, unas cositas súper delicadas y curiosas. A mí que me gusta cocinar, entraba a las tiendas y soñaba con mi cocina ideal. Justo el día que fuimos había una especial de festival, así que fue muy interesante el recorrido. En el camino nos encontramos con una pareja bailando en zancos, bastante chévere.
Finalmente, otra de las cosas que me gustó de Tokio fue que pude disfrutar de un buen café. Para los amantes de un buen café recomiendo Coutume Café (sí, el mismo de París) en Shibuya y Sarutakiko en Ebisu.